Aventuras AD

De El Museo de los 8 Bits
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Aventuras AD
Industria desarrollo de videojuegos
Fundación 1983
Fundador(es) Andrés Samudio
Desaparición 1992
Sede central Valencia
Ámbito Europa
Archivo:Coleccion ad.jpg
Colección completa de Aventuras AD

Aventuras AD fue una empresa española creadora de videojuegos ubicada en Valencia. Fue la única compañía profesional dedicada exclusivamente a la producción de aventuras conversacionales[1], y una de las más representativas de la llamada Edad de oro del software español, en los 80.

Además de la producción de aventuras, tradujeron al castellano el parser PAWS, lo cual, junto a la convocatoria del Concurso de aventuras de MicroHobby y la creación del Club de Aventuras AD contribuyó enormemente a la difusión del género en España y a la creación de cientos de aventuras no profesionales.

Historia de Aventuras AD

Archivo:Ad en micromania.jpg
El Equipo de Aventuras AD en una foto para la revista MicroManía. De izquierda a derecha: Carlos Marqués, Juan Antonio Darder, Tim Gilberts, Paco Zarco, Juan José Muñoz Falcó, Andrés Samudio y Vicente Misas

La compañía surgió de una primera aventura creada por Andrés Samudio y Carlos Marqués con The Quill: La diosa de Cozumel.

Andrés Samudio envió su aventura a Dinamic Software para su distribución (bajo el sello de Samusoft). Sin embargo Dinamic estaba buscando fortalecer su división de aventuras conversacionales con un equipo de autores dedicados en exclusiva como Fabián Escalante, Nicolás Lecuona, Pedro José Rodríguez Larrañaga, y finalmente se pusieron de acuerdo con Samudio para crear una compañía filial independiente dedicada a las aventuras.

Samudio compró la marca AD a Dinamic y registró la nueva compañía con el nombre de Aventuras AD S.A., alquiló oficinas y amplió el personal buscando programadores y grafistas propios y asumiendo los gastos de producción de las futuras aventuras, dejando a Dinamic y a Dro (la discográfica distribuidora de Dinamic) tan solo el compromiso de comercializar un determinado número de aventuras de la nueva compañía al año.

Los siguientes en incorporarse fueron Manuel González Martínez y Juan Antonio Darder, ambos como programadores, aunque el segundo pasó a dedicarse al trabajo de grafista tras mostrar su trabajo in situ. Posteriormente se incorporaría como grafista Paco Zarco y como programador (reemplazando a Manuel González) Juan Manuel Medina).

Otros grafistas e ilustradores fueron contratados puntualmente en algunas aventuras.

Los primeros accionistas de la compañía fueron los propios programadores. En un principio la idea de Andrés Samudio era que la compañía estuviera abierta a la colaboración de otros programadores y grafistas en calidad de freelances.

Primeros proyectos

Archivo:Samudio y cia en cozumel.png
Samudio y Compañía en la versión Commodore Amiga de Cozumel

Entre los primeros proyectos de la nueva compañía estaba una versión propia de La Aventura Original y la aventura La Diosa de Cozumel. Además Andrés Samudio cita en una entrevista como futuro proyecto Carvalho: Los pájaros de Bangkok (aventura que finalmente publicaría Dinamic independientemente de Aventuras AD). En la misma entrevista habla de una parodia de Indiana Jones titulada En busca del Arpa Perdida y otra de Don Quijote, como futuros proyectos (que finalmente nunca verían la luz).

También desde el principio se planteó el proyecto de traducir y comercializar el parser PAWS en castellano.

Al parecer una de los primeros trabajos emprendidos por AD fue la conversión a Atari ST de algunas aventuras de Dinamic como Don Quijote o Carvalho

EL DAAD

Artículo principal: DAAD.

La primera aventura escrita por Andrés Samudio (La Diosa de Cozumel) fue originariamente programada con The Quill, que es como se envió a Dinamic. Sin embargo, tras el acuerdo entre Dinamic y Andrés Samudio para crear la filial dedicada a las aventuras, éste viajó a Gales donde se entrevistó con Tim Gilberts (creador del PAWS), quien les convenció para programar un parser exclusivo para AD (el DAAD, acrónimo de Diseñador de Aventuras AD) que permitiese la conversión de las aventuras a los distintos modelos de ordenador existentes en el mercado. Fue así como Gilberts fue contratado por Aventuras AD durante el siguiente año para desarrollar la herramienta de programación y enseñar al equipo de AD a manejarla. El precio del DAAD fue de más de dos millones y medio de pesetas, y gracias a él el equipo de AD esperaba publicar una media de diez aventuras por año.

Archivo:Paws español.jpg
Portada del manual del PAWS en castellano distribuido por Aventuras AD.

El PAWS y el Concurso de aventuras de MicroHobby

Artículos principales: PAWS y Concurso de aventuras de MicroHobby.

Además de la creación de aventuras propias otro de los frentes importantes abiertos por AD para la difusión del género en España fue la traducción al español del ya citado PAWS. El PAWS, programado por Tim Gilberts, era una entorno de programación de aventuras sencillo para Spectrum, muy popular en Gran Bretaña. Gracias a la colaboración de Andrés Samudio con la revista MicroHobby, el nuevo parser gozó de una aceptación inmediata y provocó un verdadero boom de autores y aventuras no profesionales. La propia Aventuras AD publicó a través de MicroHobby una versión mejorada de la aventura de muestra del PAWS titulada Supervivencia (El Firfurcio) Todo ello fue además incentivado con la convocatoria de un concurso de aventuras a nivel nacional, en el que se llegaron a recibir más de 100 creaciones.

La creación del Club de Aventuras AD

Archivo:Carnet caad.jpg
Carnet original de socio del CAAD, en plancha de aluminio anodizado.

Artículo principal: CAAD

El último jalón puesto por AD en pro de la difusión de las aventuras conversacionales fue la creación de un Club de Aventuras a nivel nacional. La idea partió de Juan José Muñoz Falcó, un aficionado valenciano que se puso en contacto con AD y se encargó de la dirección y organización del club. Gracias a los anuncios aparecidos en MicroHobby y a la difusión de "tarjetas de inscripción al club" en algunas de las aventuras de AD, el CAAD llegó a contar más de un centenar de socios, que recibían un fanzine y disponían de una bolsa de aventuras exclusiva.

Críticas, recibimiento del público y traducciones

Las críticas de las revistas especializadas fueron entusiastas, destacándose siempre la profesionalidad de la compañía y la diferencia de calidad entre sus aventuras y las precedentes del mercado español.

A pesar de todo ello la respuesta del público no pareció estar a la altura y, con la excepción de La Aventura Original, ninguno de los programas de AD apareció en las listas de los más vendidos.

Se preparó una traducción al inglés de La diosa de Cozumel, que no llegó a ser distribuida (aunque la caja de la edición española contenía capturas de pantalla de la versión inglesa). También se llegó a distribuir una versión de La Aventura Espacial en Portugal con instrucciones en portugués.

Problemas financieros, fin de la compañía y proyectos inconclusos

A pesar de las buenas críticas recibidas por las revistas especializadas, la compañía nunca llegó a producir beneficios. Los costes del DAAD, una respuesta del público menor de la que se esperaba, y problemas de organización interna, acabaron por determinar el cierre de la misma. Manuel González Martínez abandonó la compañía dejando a la mitad varias aventuras por desacuerdos sobre los pagos. Uno de los programadores que le sustituyó (Juan Luis Cervera) también abandonó por los mismos motivos, y finalmente fue Juan Manuel Medina el que se hizo cargo de la programación, asumiendo las dificultades económicas de la empresa.

La última aventura publicada, Chichén Itzá, lo hizo incluso después de haberse anunciado en varias ocasiones que no iba a llegar a ver la luz. Algunos rumores apuntaban a la posibilidad de un reciclaje de AD en compañía de Aventuras gráficas del estilo de Lucasfilm Games (entonces muy de moda), pero se trataba tan solo de especulaciones de aficionados. Entre los proyectos que quedaron inconclusos cabe destacar la segunda parte de La Aventura Original, que contaba con un guión ya completo y algunos gráficos.

Aventuras y herramientas creadas por AD

Archivo:Aventuras con casette.jpg
Algunas conversacionales de Aventuras AD con su casete en versión Spectrum

Aventuras publicadas

Herramientas para la creación de aventuras

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El PAWS en su caja original de la edición inglesa
  • 1988 PAWS en castellano.
  • 1988 DAAD: no publicado. Fue puesto a la venta tras el cierre de la compañía al precio de un millón de pesetas, sin llegar a ser vendido. Finalmente se regaló una versión reducida a los ganadores del concurso de MicroHobby.

Proyectos inconclusos

  • En Busca del Arpa Perdida: idea para una parodia de Indiana Jones, no desarrollada.
  • Parodia de Don Quijote: no desarrollada.
  • En lo Profundo: aventura que transcurriría en el interior del cuerpo humano, no desarrollada.
  • Aventura Original 2: con guión de Juan José Muñoz Falcó, llegó a contar con algunos gráficos de Paco Zarco.

Plantilla de Aventuras AD

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El Equipo de Aventuras AD. En MicroHobby nº190. De izquierda a derecha, Eva Samitier, Juan Antonio Darder, Carlos Marqués, Juanjo Muñoz, Paco Zarco, Vicente Misas y Andrés Samudio.

Proceso de creación de las aventuras

Los guiones eran de Andrés Samudio, aunque se sometían a una puesta en común con todo el equipo, con tormenta de ideas incluida.

Gracias a la versatilidad del DAAD, Aventuras AD fue una de las compañías que más versiones diferentes publicó de sus juegos, especialmente en sistemas menos difundidos en España como el Atari ST, el Commodore Amiga, el Commodore 64, el MSX e incluso el Amstrad PCW.

En general los juegos eran programados en PC, los gráficos desarrollados en Atari ST para las versiones de 16 bits (por lo que perdían calidad al ser trasladados a PC, debido a la menor paleta cromática de este), y de forma independiente en las versiones de 8 bits.

Los textos de las versiones de 8 bits solían ser menos extensos por problemas de memoria.

Archivo:Carátula original aventuras dinamic.jpg
Carátula de La Aventura Original de Aventuras AD aún con la marca de Aventuras Dinamic'. En la 2ª edición ya se había suprimido

Controversia sobre el nombre de Aventuras AD

El nombre de Aventuras Dinamic se utilizó por primera vez en el juego Don Quijote y siguió utilizándose en el resto de aventuras de Dinamic Software.

Cuando Andrés Samudio decidió crear su propia compañía de aventuras y se puso de acuerdo con Dinamic para que ellos se hicieran cargo de la distribución, se decidió seguir utilizando la marca Aventuras Dinamic, que es la que sigue apareciendo en La Aventura Original.

A partir de la siguiente aventura de Aventuras AD (El Jabato), se estableció definitivamente el nombre de Aventuras AD, como compañía independiente dedicada en exclusiva a la producción de aventuras y distribuidas por Dinamic.

Véase también

Referencias

  1. http://wiki.caad.es/Aventuras_AD Artículo sobre Aventuras AD en WikiCAAD.

Enlaces externos

Atribución


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Este artículo proviene originalmente del Wiki del CAAD
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