Eurohard

De El Museo de los 8 Bits
Revisión del 10:03 30 ago 2021 de Museo8bits (discusión | contribs.) (1 revisión importada)
(difs.) ← Revisión anterior | Revisión actual (difs.) | Revisión siguiente → (difs.)
Ir a la navegación Ir a la búsqueda

Eurohard fue una sociedad anónima extremeña, fabricante de los ordenadores domésticos Dragon 64, Dragon 200 y Dragon MSX.

Historia

1984

La empresa es fundada en 1984 con un capital social de 56 millones de pesetas a propuesta de Eduardo Merigó (5,3 millones, que fue su primer presidente) por María Teresa Rodríguez, Javier Saavedra (5,3 millones y, a través de Información, Cálculo y Sistemas, 12,5 millones), Alberto Vidal, la Sociedad para el Desarrollo Industrial de Extremadura (Sodiex, que aporta 23 millones) y la Diputación de Cáceres (5 millones), en un antiguo almacén de piensos[1].

La empresa se crea inicialmente como distribuidora de Dragon Data en España, pero con la idea de fabricar el Dragon 64 bajo licencia para ofrecerlo a las administraciones nacionales y autonómicas como el seiscientos de la nueva tecnología. Merigó está al tanto de las dificultades de Dragon en Inglaterra y el plan consistía realmente en comprar a precio de saldo (150 millones de pesetas) la empresa, trasladando la planta de fabricación de Gales a Cáceres.[2] [3].

El Banco Exterior de España concede a la empresa un crédito de 150 millones a corto plazo para la compra. La factoría se monta a finales de 1984 en Casar de Cáceres, las oficinas centrales en Madrid, en la calle Españoleto y una delegación en Barcelona. Se descartan los desarrollos Dragon Alpha y Dragon Beta y contratan al diseñador Ramón Benedito Graells (Premio Nacional de Diseño 1992) para que cree una nueva carcasa para los equipos[4] que derivará en los Dragon 200 (se rumorea un Dragon 100, pero nunca ha sido confirmado), y se realiza en navidades de 1984 y primeros de 1985 una campaña en prensa especializada.

1985

Eurohard gana el 6 de febrero de 1985 un concurso de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura para suministro de sistemas informáticos a centros docentes por 32.308.000 pesetas[5]. Por desgracia muchos acaban en los almacenes de las escuelas ante la nula formación del profesorado.

Merigó y Juan Carlos Rodríguez Ibarra propusieron a José María Calviño comercializarlo con la marca TVE, de un modo similar al BBC Micro, pero Calviño se negó. Sin embargo en TV3 coproducen el programa Connecta el micro, pica l'start que comienza a emitirse el 27 de mayo de 1985 y que es una adaptación de The Computer Programme de la BBC, donde los BBC Micro han sido sustituidos por Dragon 200 (de hecho se transmite con cada programa una primera media hora original de la BBC y 15 minutos de producción propia). La Obra Social de La Caixa lo publica como un coleccionable de 5 volúmenes de aparición quincenal a un precio de 275 pesetas cada uno.

Eurohard trata de concurrir al Proyecto Athenea del Ministerio de Educación (uno de los principales candidatos, el Secoinsa / Fujitsu FM-7 usaba la misma CPU y sistema operativo) pero tampoco son elegidos. Las ventas tampoco van bien, pues el Dragón es un sistema minoritario para el que apenas se desarrolla software en España (con las excepciones de unos pocos programas educativos y de mercados verticales como contabilidades), siendo producido sobre todo en Inglaterra (tanto programas propios como adaptaciones del Tandy CoCo). Ante este panorama se decide rescatar el proyecto de un Dragon MSX (por entonces el tercer sistema en ventas de software en España) que se encarga a Radofin.

Eduardo Merigó dimite del cargo y pone su paquete accionarial y el personal de Eduardo Saavedra a disposición de la empresa. Sodiex sitúa a su abogado como presidente, ordena una auditoría interna para conocer el estado real de la sociedad, y comienza a buscar reducir su participación dando entrada a Euroinde en el capital; Eladio García, presidente de Euroinde, es nombrado consejero delegado. Por último, el 30 de octubre toma la decisión de embargar de forma preventiva los activos y pignorar existencias de la firma, para prevenir cualquier otro embargo que pudiera emprenderse contra la sociedad. La medida se revela acertada cuando el 20 de noviembre el Banco Exterior de España presenta un embargo ejecutivo por los 220 millones que Eurohard adeuda al banco. Por entonces debe además otros 100 millones a las Cajas extremeñas y 50 millones al Banco Atlántico. Ese mes Eurohard cierra su oficina principal en Madrid y traslada la sede social a la fábrica de Casar de Cáceres. Tras de unas negociaciones entre los bancos y los nuevos accionistas el 8 de diciembre Eladio García anuncia que se han renegociado las deudas y mediante un crédito de 140 millones del Banco de Crédito Industrial se cancela la deuda con el Exterior, y se pasa a créditos a cinco años, de los que la Junta de Extremadura y la Diputación de Cáceres avalan 100 millones[6].

Sodiex argumenta que las previsiones se vinieron abajo debido fundamentalmente al incumplimiento del calendario de importaciones por dificultades aduaneras lo que produjo una situación de liquidez precaria que fue empeorando porque también surgieron nuevas dificultades con importantes devoluciones de distribuidores mal elegidos[7]. Acaba culpando a la rigidez del Exterior (que levanta el embargo) de la pérdida de la campaña navideña de 1985 [8], mientras que Merigó culpa de los problemas iniciales a la pérdida de la la campaña de 1984, que fue un año clave para los ordenadores, y a la falta de sensibilidad de instituciones que deberían introducir los ordenadores en la enseñanza[2]. Pero venden que el plan de viabilidad a cinco años pondrá la empresa en beneficios.

1986 y quiebra

En 1986 cierra en marzo la delegación de Barcelona. Se presenta a la prensa y distribuidores el Dragon MSX, pero al poco se produce la suspensión de pagos de la empresa. En junio Sodiex denuncia un agujero de 300 millones de pesetas en la empresa, con cheques sin fondos [9]. La planta se cierra en mayo de 1987 en una situación desesperada, donde el Consejero de Industria de la Junta, Antonio Rosa, dice a los bancos acreedores que se olviden del cobro de la deuda, porque la empresa no podrá nunca generar beneficios suficientes para pagarla, y atribuye la situación a la nefasta actuación, bordeando el delito, de la iniciativa privada que puso en marcha Eurohard[2]

El Juzgado de Instrucción número 2 de Cáceres declaró en quiebra legal a Eurohard en febrero de 1988[1]

Referencias